Buscar este blog

miércoles, 31 de marzo de 2010

RESCATE

"Sí, yo también refresco neuróticamente mi mail a ver si entra el correo que espero". Y el correo que esperas ni siquiera sabes de qué debe tratar. En las últimas semanas me encuentro con un número considerable de mujeres que, como servidora, le regalan horas al tiempo, ese capullo, mientras aguardan a que una nueva realidad las sorprenda y las saque de su paradoja. La mayoría no se quedan quietas mientras esperan pero dedican sus horas a acciones o pensamientos que no son los elegidos. Son los obligatorios.
Y ser consciente de eso te machaca. Yo tampoco sé qué espero exactamente pero me observo un poco absurda mientras le doy al enviar/recibir que congela muchas horas, demasiadas. Tampoco me quedo quieta, procuro esforzarme por alimentar mi cabeza de chorlito con libros, pelis, blogs o información general que ya ni me conmueve.
Y puedo imaginar muchas noticias que agitarían estos días congelados, lentos y a la vez fugaces que se escapan con la misma cadencia con la que te atrapan. Casi siempre son noticias no probables. He trabajado duro para que no sean imposibles y quizá ahí está el error. Si voluntariamente enfocas hacia lugares de difícil acceso has tenido que generar mucha ilusión, mucha fe y muchísimo tesón, tanto que sabes que te has dado una oportunidad para conseguirlo. Aunque también sepas que se trata de una oportunidad bastante quimérica.
La espera hace ruidos. La espera consume energía. La espera también sostiene la poquísima ilusión que queda y ese es el alimento de tus pamplinas.
Esperar es una mierda. Pero ¿cómo se domina la cabeza? ¿cómo deja uno de necesitar que alguien o algo venga al rescate?

domingo, 28 de marzo de 2010

VUELVE, ALEGRÍA

Ray Loriga es la última persona de la que podía esperar un texto tan rotundo.
Reconozco que como perfecta impulsiva profesional también soy taxativa en asuntos culturales. De modo que allá por los noventa me hice más de Mañas (es que veraneaba veraneaba en mi pueblo) que del melenudo aquel al que yo veía claramente pelirrojo y con demasiada pose pseudointelectualoide. Lo abandoné infiel y anticipada tras "Días extraños" y sólo he vuelto a saber de él por sus incursiones cinematográficas y los dos bombos que le hizo a Cristina hago chas, la guapérrima.

Pero reconozco que este texto de hoy, aunque termine metiendo con calzador unos cuantos juicios futbolísticos -probablmente acertados- me ha conmovido varios kilos hasta Disney World, Orlando (la medida de la emoción cuando era pequeña).
Le asiste mucha razón al otrora provocador de la Generación X. Mucha. Muchísima. Mogollón.
La falta de alegría es la gran pérdida humana. La desgracia ítima más devastadora. Una de las trampas de este tiempo confuso y frío. La falta de alegría te seca y te paraliza. Y estrangula la ilusión y sin ilusiones, por vanas que sean, la vida deja de merecer la pena.

Lo sabe bien esta ex alegre, que no insensata, que busca desolada la alegría que perdió y que no consigue generar pensando en nada. Pase lo que pase en mi vida haber perdido la alegría durante un tiempo será, seguramente, lo más amargo que he experimentado incluso si la pérdida es transitoria (Virgencita, Virgencita, plis, que saque un diez en alegría!:-). Espero encontrarla de nuevo. Generarla, fabricarla, inventarla, reconocerla, digerirla, cuidarla, decidirla, saborearla y, sobre todo, compartirla.

Aquí una canción que me pone contenta:

viernes, 26 de marzo de 2010

VESTIR SANTOS O DESVESTIR GILIPOLLAS

jueves, 25 de marzo de 2010

ANTICICLÓN



O llega el sol o palmo. Pero vamos, seguro... Por favor, anticiclón, manifiéstate.

lunes, 22 de marzo de 2010

EL SÍ DE LAS NIÑAS

Hace un rato, antes de irme a dormir y volver a levantarme convencida de que una buena ingesta de hidratos de carbono con su cigarrito post pecado mortal me ayudarían a conciliar, hablaba con mi hermana, madre ella.
Se reía, la muy bruja, de la forma irónica con la que le narraba mi último desastre emocional y absolutamente paralelo a la vida real porque yo, lo que tengo, es que vivo dos vidas la mía y la de mi hemisferio derecho, que es muy díscolo.
En mi intento por atribuir, a determinadas secuencias vividas recientemente y que no vienen al caso, significados reales que descartasen la necesidad de tratamiento con antialucinógenos, toqué algún botón que a ella le recordó un par de conversaciones con sus preciosas hijas de 6 y 9 años. La mayor le preguntaba hace un par de días si estaba mal "exagerar un poco las cosas cuando las cuentas para hacer más risas o para dar más pena o para que te escuchen como hacéis vosotras cuando habláis" -en referencia a la hermana y servidora-. Brillante reflexión para una niña de 9 años que ha decidido no hacer la comunión este año porque no le gusta lo que cuentan en catequesis... ya apuntaba maneras cuando lo decidió ¿verdad?
La segunda charla la protagonizaba la pequeña. Su abuela, acusándola de algo que no había hecho, amenazó con morderla el culo. Y ella, asertiva como la madre que la parió, amenazó a su vez con un rotundo "abuela, espero que no hagas algo de lo que te puedas arrepentir". La madre hermana asertiva, preocupada por si su hija no se estaría pasando con sus enfoques, la interrogó con respecto a la conversación. Respuesta de la niña "es que si la abuela descubre que yo no he sido y antes me ha mordido el culo se va a arrepentir de haberme hecho daño".
Ahí es nada. Recuerden, 6 y 9 años.
Conclusión de la en realidad amiga hermana madre asertiva preocupada y guapa como ella sola y la pularda: nuestra generación es probablemente la que más está sufriendo de la historia.
Es así. Nos ha tocado bailar con la fea. Simplificando, claro. Pero es así. Pocas dudas existenciales tenían nuestros padres, incluso los más acomodados que, si querían darle alas a sus pensamientos, no podían por la cosa de la dictadura. Así que ya tenían contra quien luchar. Los que son hijos en edad de socializar ahora lo son de padres que, como nosotros, ya saben lo importante que es hacerlos fuertes, hablar con ellos y, sobre todo, conocen perfectamente el significado de la palabra autoestima.
Nosotros somos la generación de "cuidado que hay ropa tendida". De política no se habla. El sexo es pecado y tampoco es tema de conversación. Ni el dinero. Ni los sentimientos. Ni tus padres se morreaban delante de ti. Ni se abrazaban. Y a ti, como mucho, igual te abrazaba tu madre, pero luego la jodía te daba con la zapatilla. Y las monjas te machacaban si preguntabas algo que no sabían convirtiéndolo en inconveniente. Y los chichos, en algunos casos, no iban contigo al cole. Y tú no entendías nada pero seguías creciendo. Y creciste, en mi caso no mucho, cierto. Pero sigues sin entender nada.
Hace años que no pienso en los hijos. Supongo que saber que no tienes enfrente a la persona con la que te gustaría tenerlos, contribuye a desplazar el pensamiento. Cada vez que hablo con ella, con mi lugar seguro, me pregunto cómo sería mi vida si los tuviese y ahora en lugar de levantarme a escribir en un blog me levantase a poner un termómetro. Y me gustaría educarlos. Hacer eso bien. Al menos hacer eso bien en la vida. Ver crecer a unos enanos sanos, listos, sensibles con los que según me cuenta mi amiga hermana puede !hablar de todo con otra forma, con menos reflexión, con menos puntería, callando alguna cosa que todavía no toca, dándo alguna vuelta, pero de todo al fin...".
Doy gracias por tener cerca una familia tan maravillosa. A la mía, también le doy gracias por infinitas cosas más. Pero si algún día formo una, trabajaré duro para que mis hijas no sufran como perras sólo por enfrentarse a la vida teniendo que decir sí casi todo el rato, especialmente si son niñas.

sábado, 20 de marzo de 2010

BRÚJULAS IDIOTAS

Excepto al último, al final de cada relación (algunas historias no llegan a semejante categoría), le he regalado una brújula al destinatario de mis penares, "así te orientas". Para alguien tan ignorante que necesita marcar el sentido mágico y simbólico de las cosas detalles como éste han contribuido a suavizar de alguna manera ese dolor tan afilado que se siente justo en el momento en el que sabes que "lo nuestro" se ha acabado.
Esas brújulas que quizá ya no existan o nunca hayan cumplido su función forman parte de los recuerdos que tengo con aquel chico que resultó ser un poco marica, el que descubrió su vocación religiosa tras darme unos besos para descubrir que era falsa al besar a otra y el que se reveló como un auténtico psicópata, torturador de mentes débiles y gorrón de la generosidad ajena.

Resulta que las brújulas que he ido regalando no sirven para gran cosa teniendo en cuenta que ya ni los mapas son lo que eran.
Peters, hijuco, ¿serás tú el culpable de todas mis confusiones bioestratégicas? Como te pille te voy a meter la brújula por algún orificio capilar.

viernes, 19 de marzo de 2010

DUDAS

Qué complicado es aceptar que no estás como te gustaría. La voluntad y el deseo de que algo mejore no tiene efecto. Puedes emplear la disciplina para modificar algún centímetro pero en el fondo sigues sintiéndote a la deriva, justo como esa metáfora tan universal de un grano de arena en el océano. A nadie salvo a ti le importa la corriente que te arrastrará sin que puedas hacer absolutamente nada. Y es lógico. Cualquier vida, también la más ordenada y ejemplar, es otro grano de arena movido por la fuerza del agua o a merced del viento que azota la playa.
Y a qué conduce saberlo. A qué. De qué sirve. Desearía recordar con más intensidad esa sensación de estar bien que tenía a veces, hace no tanto. Por qué se perdió. Por qué la perdí. Por qué no pude abrazarla para que permaneciese más tiempo recordándome la suerte que tengo.
Aunque quiera encontrarme mejor, aunque desee estar bien, aunque me esfuerce por no pensar más no lo consigo. Qué hace falta. Qué hay que hacer. Quién lo sabe. Dónde está. Cuándo llegarán los buenos tiempos.

jueves, 18 de marzo de 2010

CARIÑO. RESPETO. COMPRENSIÓN.

Los Standstill han manufacturado lass 5.000 copias de su nuevo disco. Para que todas sean diferentes. Además han abierto tres líneas telefónicas en las que puedes dejar tu mensaje sobre la necesidad de cariño, de respeto y de comprensión. Y los reescucho con muchísima curiosidad.

Cada uno llama la atención como puede. Como sabe. Y en algunos casos funciona. Pero me pregunto qué queda de la esencia. Porque todo es tan sofisticado que me pierdo.
Echo de menos que algo llegue sin envoltorio. Echo de menos muchas cosas y a alguna persona. Y es muy complicado seguir en pie con todas esas certezas. Quizá lo arregle un poco de cariño, un poco de respeto y un poco de comprensió. Aunque me temo que debo dármelos yo misma o dejar de esperarlos.

miércoles, 17 de marzo de 2010

LENTO

Dónde hay que apuntarse para ir lento. Más lento. Se requiere filiación para el cambio de ritmo. Habrá que seguir intentando superar este chaparrón que lo ha puesto todo enfrente de su lugar original.
Que se acabe ya el malestar y la antipatía. Que se acabe ya, carajo. Y volveremos a ser delicados.

object width="480" height="385">

martes, 16 de marzo de 2010

LOS HILOS

Debería hacerme una camiseta con la frase "nada es lo que parece". Hoy parecía que había tenido una gran noticia. Una noticia enorme y agradable. Pero al tratar de comprenderla he caído en la cuenta de que no se trataba de algo tan agradable.
Hay hilos por todas partes. Hilos cosidos, hilos remendando otros hilos, hilos que emarañan la tela. Hilos que quieren atrapar los alfileres y los dedales. Hilos de colores, brillantes, satinados. Hilos que hablan, llaman y envían mails bonitos. Hilos. No realidades. Y eso también da miedo.

M

lunes, 15 de marzo de 2010

ENCENDIDA

Eso, eso, eso... estoy encendida. Tan maniqueo y tan sencillo que da miedo. Es así, funciona así. El talento que triunfa suele tener algo de ruin. Manipular no es difícil. Sólo está prohibido en algunas vidas. ¿Son de verdad tan distintas las conciencias? Me declaro oficialmente a favor de la neurosis. Los del otro lado me dan muchísimo asco. Pero el miedo se lo estoy perdiendo y no sé qué va a pasar cuando se vaya del todo.

Los últimos seguirán siendo los últimos. Pero yo iré a tu entierro metafórfico. Y ya está. Ni un segundo más de desgaste. Se acabó.

sábado, 13 de marzo de 2010

REFLEXIONES MAÑANERAS

Estoy en saber si la ilusión, la imaginación como método es la solución o forma parte del problema. El señor de las manos grandes tampoco lo sabe, indica que está confuso y repite cada nueva coyuntura como si se tratase de la lista de la compra. Abre los ojos, me mira, pregunta cosas inconvenientes. Y termina pensando en voz alta, estás tomando muchas decisiones, si la ilusión y la imaginación están detrás de tanta acción no considero que sean negativas.

Y siguen pasando los días. Y se nutren tan sólo de pensamientos. Y da miedo.

jueves, 11 de marzo de 2010

SEGUNDOS ASALTOS A SALTOS

">

Realmente el amor es la gran fuerza. Esa potencia nuclear atómica que lo arrastra todo está en nosotros y da pánico ver que realmente no depende de nada, de nadie más. Algo, muy profundamente, te invade. Hace metástasis súbita y genera el poder imaginado con el que crees que podrás hacer cualquier cosa.
Y luego llega la realidad. Y te cura. Y te devuelve al equilibrio. Y te hace todavía más infeliz. Pero siempre merece la pena ser consciente de que ESO existe. Es místico el amor, ahora vuelvo a entenderlo. Quizá por eso no suele coincidir con la sustancia. No es. Se es. Se hace.

Otro día hablaremos de las relaciones. Dicen que hay algunas que pueden parecerse mucho al amor. Será cuestión de seguir buscando.

martes, 9 de marzo de 2010

EL MUNDO AL REVÉS

"Nada se parece más a un hombre honesto que un pícaro que conoce su oficio" George Sand.
A mí, esta chica que imagino siempre con pantalones, mirando a los ojos con brío, desafiando los convencionalismos y encoñada de un músico debilucho e infeliz que seguramente la hizo sufrir como una perra, siempre me ha gustado mucho.
No sabía, cuando la conocí en la adolescencia equivocada, que llegaría a encontrar sus pensamientos tan afines a los míos. Qué cosas. El caso es que esta frasecita es tan cierta que da miedo: es así, no hay que darle más vueltas. El mundo está al revés y los mediocres, los mezquinos, los que practican la autopromoción por encima de la profesión dominan el mundo al tiempo que aniquilan a los estúpidos que creen que hay que mantener la integridad por encima de unas cuantas cosas.
Estos últimos suelen compartir un origen familiar judeo cristiano o, en algún caso exótico, unos padres militantes contra el poder establecido en cualquiera de sus manifestaciones que para cuando perdieron la fe en el ser humano ya no influían en sus retoños.
Además, comparten la tierna e ingenua creencia de que al menos les queda la satisfacción íntima de hacer las cosas bien, con sus errores, sus imperfecciones, pero medianamente bien. Algún día, cierto es, se revuelven y no entienden por qué bemoles tardan en llegar las recompensas. Porque había recompensas en la integridad como forma de vida. Y no llegan. Los del origen judeo cristiano (algo, siempre, se pega) lo tienen más sencillo... pueden pensar en que disfrutarán del reino de los cielos y tal. Los otros lo llevan peor. Pero no al caso.
Hoy, con mucha fuerza y mucha rabia creo firmemente que el mundo está del revés y que pertenezco al bando de los perdedores. Es verdad que desprecio íntima y soberbiamente a los pícaros. Pero al final, el desprecio no ayuda a sentirse mejor. Ni dejas de pensar en cómo sería tu vida si entraras en el jardín de "todovale".
Yo no sé si vale todo, no tengo ninguna respuesta. Sólo tengo agotamiento. Del que no se recupera durmiendo. Del que te lleva a la tristeza. Del que te hace cínico porque o coges una motosierra o tienes que seguir sonriendo, que seguir conviviendo.

Lo he decido. Esto sólo lo arregla un marido, a ser posible rico y sensible -no suelen ser categorías compatibles, lo sé-, que vea en mí tantísima belleza que necesite protegerme de la mezquindad, los egos sobredimensionados, y la estupidez. Porque yo lo valgo.

Por ellos. Por los maridos buenos. Por los maridos buenos... que seguramente serán unos pícaros pero oye, a mi plim.

domingo, 7 de marzo de 2010

TURBOSORDA. O SORDA DE AMOR.

Vivo con una sensación de incorporeidad que necesariamente es maravillosa teniendo en cuenta que siempre he tenido complejo de gorda. Son los corticoides y el equilibrio, que se han ido de cañas. Lo que pasa es que me hace dependiente, limita mi acción y me obliga a hacer públicos todos mis planes, al menos todos los que implican movimiento.
Vivo además estos días con la sensación de incorporeidad propia de quien entra directa al escenario de la ilusión recreada. Ya lo hemos hablado. Imaginar tiene sus riesgos pero alivia, reconforta y puedes dormir sin pastillas.
Si en la cabeza existe tal potencia deberíamos desconfiar un poco del corazón.

La vida es rara y yo soy un coñazo existencialista.


Decía Aragon que "quien habla de la felicidad suele tener los ojos tristes". Miro mis ojos en esas fotos y los veo tristes. Aunque igual son los corticoides o el equilibrio.