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jueves, 11 de marzo de 2010

SEGUNDOS ASALTOS A SALTOS

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Realmente el amor es la gran fuerza. Esa potencia nuclear atómica que lo arrastra todo está en nosotros y da pánico ver que realmente no depende de nada, de nadie más. Algo, muy profundamente, te invade. Hace metástasis súbita y genera el poder imaginado con el que crees que podrás hacer cualquier cosa.
Y luego llega la realidad. Y te cura. Y te devuelve al equilibrio. Y te hace todavía más infeliz. Pero siempre merece la pena ser consciente de que ESO existe. Es místico el amor, ahora vuelvo a entenderlo. Quizá por eso no suele coincidir con la sustancia. No es. Se es. Se hace.

Otro día hablaremos de las relaciones. Dicen que hay algunas que pueden parecerse mucho al amor. Será cuestión de seguir buscando.

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