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sábado, 19 de noviembre de 2011

Principiantes

Militar en este aislamiento hace que vea muchas películas, lea cada vez más y escriba cada vez menos.
La única manera de tener algo que decir es viviendo y no sólo mirando pero por ahora no necesito más que mis ojos para encontrar cierto bienestar.
Hay días que no ves ni lees nada que merezca la pena o el aislamiento. Esos son los malos.
Hay otros que son una concatenación neurosis que te devuelven a ti mismo y a tu narcisista noción de relevancia. Neurosis o señales, lo mismo da.
Contemplar una historia y comprenderla desde ti y lo que quieres ser es un gozo cercano al éxtasis. Maravillarse con códigos ajenos que también son propios. Recuperar las ganas de ser tú antes de ser tú ahora, es un milagro por el que hay que brindar con algo que se suba a la cabeza para que la cabeza no vuelva a bajar.
Después de tantas recetas para obtener la dosis exacta de prevención del riesgo, de precaución ante el peligro evidente, de antídoto contra tu tendencia resbaladiza y obsesiva descubres por azar un discurso que te dice que no luches. Que tú interpretas, mejor dicho, como si te dijera, "eh, no luches más, acepta eso, recupérate, sigue tu instinto".
Tu instinto y tu intuición, muy a menudo te han magullado hasta la pleura, pero es que ambas, intuición y pleura, son las tuyas, no tendrás más, ni tienes otras, así que, por mi parte declaro cerrado este caso y abierto su final.
Prefiero que vuelvan los golpes a la espera.
Desde la sensatez, el orden y la prudencia esto de por aquí no es nada maravilloso. Desde la aceptación de que estamos todos un poco locos quizá sea soportable.

Me encantan los locos. No lo puedo remediar, ni lo puedo comprender cuando el desastre es lo único que queda de ese encanto. Pero me encantan los locos.

Y me encanta todo lo que he decidido no seguir haciendo viendo esta peli:

viernes, 28 de octubre de 2011

VIVE COMO PUEDAS



Con los libros me pasa algo parecido a lo que me pasa con los hombres. Me cuesta mucho que me guste alguno y, a juzgar por mi lamentable trayectoria al respecto, no por exigente conocedora de la naturaleza que transito sino por falta de criterio. Sin embargo, en esta ocasión me atrevo a afirmar que anoche empecé y terminé una de las historias que más me han gustado en los últimos meses. No era difícil, su título hace referencia a una de mis películas favoritas: Vive como quieras, de Frank Capra.

Ya he dicho por aquí que la extravagancia y la excentricidad son los sustantivos con los que más me gusta convivir. Y con sus epítetos ya, ni lo cuento. Entre ellos y quienes a mi juicio los representan me siento cómoda y feliz. Y los Vanderhof o como se escriba (los de la peli), y los Ruiz Puy (los del libro) son buenos paradigmas de cómo la torpe gestión de la normalidad a veces te encumbra a los altares de la paradoja.

Menos mal que quedan muchos libros por leer y muchas películas que ver. Habrá que bajarse de la montaña rusa para disfrutarlos. Habrá que subirse, como diría Everest, a algún otro chisme originiario de la Unión Europea dado que el soviético no está resultando nada conveniente.


Qué risa Luis. Qué putada la vida así, en general.

Pero qué risa Luis Ruiz Puy.

domingo, 16 de octubre de 2011

Prodigios de la literatura

"Existen muchas clases de silencio. El silencioso avaro, que se reserva sus opiniones para repasarlas con mordacidad y detalle en cuanto se queda a solas. El silencioso resignado, que jamás se plantea la posibilidad de tomar la palabra porque está convencido de que no tiene nada que decir. El silencioso perverso, cuyo mayor placer es disfrutar de la curiosidad que su mutismo despierta en los demás. El silencioso impotente, que quisiera decir algo pero nunca encuentra el momento y es, en realidad, un hablador frustrado. El silencioso estricto, que ni siquiera cede a la tentación de confesarse a sí mismo sus secretos. O el silencioso precavido (...) que ha apredido a callarse ante las opiniones ajenas para no resultar incómodo"

A. Neuman, El viajero del Siglo. Pp. 352.

jueves, 6 de octubre de 2011

COSAS

Este blog es como un novio prudente, bonachón y desapasionado. No pide nada, ni agita, ni revuelve, ni quiere volver, empezar o romper. Es como un novio imposible, supongo. Y los novios imposibles son como el tabaco. Sabes que es malo y que te acabará matando pero como vas a morir igual pues ahí sigues, enganchada o enganchándote, que casi es peor. Sí, sin el casi. Es peor, claramente, es ponerte a fumar con treinta y tantos. Una estupidez.

Entre el pop, el cine, Punset, el neuromarketing y las palabras "afecto" o "felicidad" en los últimos premios de ensayo todo parece indicar que la cosa relacional ahora es importante. Más importante. Y alivia saber que no eres marciana si eso te preocupa más que ninguna otra cosa. Ya sé que influye la ausencia de otros problemas que de momento no lo son y podrían serlo. Hay cinco millones de parados y eso te deja sin respiración. Pero si tienes trabajo al rato vuelves a respirar y si se te corta de nuevo seguramente será únicamente por lo que te afecta. Afectos.

Hoy todos citamos a Jobs. Y su invitación a morder la vida con pasión tiene tantas interpretaciones como personas la interpretans sintiéndose protagonistas, con una misión por cumplir.

Hacemos lo que podemos. Y da gusto que haya un ripio, un refrán o una apostilla para la indulgencia personal. Pues eso.

Encenderé un cigarrillo a mi salud.

miércoles, 15 de junio de 2011

FELICIDAD CLIMÁTICA




La felicidad es un archivo fotográfico cerebral de las fotos que se han hecho y de las que se quieren hacer.

Y Lartigue fue feliz. Y en su expo fui feliz.

Ya huele a verano y deseo oler el nordeste y el sur. Esos vientos locos lo ponen todo patas arriba, son la felicidad hecha fenómeno atmosférico. Son los recuerdos y el futuro. Un baño a las nueve. Una ola. Un vino con paté de almendras y aceitunas. Mis charlas con D. y las de D. conmigo. La sensación de que algo bueno, rotundo y milagroso va a ocurrir ya. Soy feliz sólo pensándolo. Bien.

miércoles, 8 de junio de 2011

QUICIOS



Hay historias cuyo título merma sus hazañas. Aquí un libro heroico. Vigente. Aterrador y divertido. De historia previsible y final con metáfora visual. Da igual. Para mí, los mejores libros son aquellos en los que encuentras lo que buscas justo cuando te viene bien que te lo diga un extraño de nuevo, porque casi siempre te lo has dicho tú antes. Los mejores libros son casi matemáticas. Una combinación perfecta de tiempo, espacio, contexto, hormonas y pertinencia. Devorable. Y escrito en 1959.

Vivan los Libros del Asteroide.

Mañana es mi cumpleaños. Y este me sienta peor que a Tina su vida. A por él. Y a ver si el siguiente no me pilla llena de virus.

domingo, 5 de junio de 2011

¡MÓJATE!

Correr con lluvia es una de las cosas que más me gustan de correr, una de mis cosas favoritas. Y esta canción, otra.

jueves, 26 de mayo de 2011

CARTA A PAZ VEGA, MUSA REVOLUCIONARIA




Si te casas con un tipo que se llama Orson Salazar estás pidiendo a gritos liderar una revuelta popular anticapitalista, no disimules, Paz. Ya lo intentaste con la histriónica “Carmen” de Vicente Aranda y no has parado hasta convertirte en la musa de la spanish revolution y encima presumiendo de melenón: ¿pelo mediterráneo? ¿Qué es eso?

Me estoy imaginando el trasiego con el que habrás vivido esta ascensión tuya a los altares insurrectos patrios. Estarías a tus cosas allí colgada con mirada casquivana, ese medio escorzo, el photoshop excesivo y áureo cuando llegó el primer comando rebelde… y luego más subversivos sin nada de marca encima, y al día siguiente ¡hala! A cientos, como los borregos de Panurgo, unos detrás de otros. Qué fatiga.

El potencial semiótico del asunto era facilón. Tantos metros de lona de la buena han sido un regalo de multinacional para los indignados que han improvisado recursos discursivos en sábanas y papel con la clarividencia del pobre, el que sólo ve oportunidades como las veías tú desde Sevilla con buen ojo.
A principio el tumulto te ocupó la derecha o la izquierda -según se mire- y te plantó un “DEMOCRACIA REAL” bien grande y bien inocente. Lo que no sé es qué pensará tu Orson de que estés pasando las noches con un nazi tuneado de Walt Disney tan a tu vera. También te han puesto unos euros cerca, ciertamente, aunque no creo que le preocupen.

Por si acaso, yo que tú le tranquilizaría recurriendo a la cosa del posicionamiento en medios y la optimización de recursos. Vamos, que le hagas ver la cantidad de faena que se ha ahorrado y sin despeinarse. Y sin despeinarte tú, que hasta sublevada mantienes el lustre capilar, chata. A lo que iba, no te ofendas, pero sólo ese Oscar que mereces y no lleg, ay, hubiera conseguido tantísimas portadas en prensa generalista y, además, tu público ha crecido, no digo que de manera exponencial, vale, pero ¿y el cariño que te están cogiendo tus compañeros de acampada? Te respetan. No digas que no. Hasta ayer no te han dejado tuerta (a Orson dile cíclope, que suena más cool) y he visto en Facebook que te han hecho un grupo y te asemejan a la Libertad guiando al Pueblo de Delacroix. Como aguanten los de Sol entras en la historia, mona, así que no les afeéis la conducta, al menos no tanto como merecen los que te han dejado el jeto igualito que un cruce entre Nuria Fergó y Raquel Weisz.

Mira, si te sale con que el alboroto te devueleve a tus papeles de hispana luchadora en Hollywood no discutas pero amenázale con ir al registro a que se cambie el nombre, sólo así podrá negarte que ser la diosa de una revolución no estaba en tu destino. Aprovecha que anunciabas champú antes de pedir cordura y suéltale zalamera un “pelillos a la mar, Orson”.

viernes, 25 de marzo de 2011

ESCAPATORIAS

Hoy Google ha celebrado tu nacimiento y no podía acabar el día -ejem, el de la cosa del biorritmo, no el solar- sin que te hiciera un poco de caso, chiquitín.

También yo quería escapar cuando empezamos a vernos por aquí. Ya no. Quizá por eso no te visito tan a menudo, tengo otras visitas que hacer y la tuya suele activar esos chungos recuerdos reflejo que tan bien describen las canciones que ya no puedes escuchar justo por el mismo motivo.

Esto iba de escribir sin más. De venir y soltar lo que estabas pensando en ese momento. Ese era el trato. Y ha estado bien y tal. Lo que pasa, es que ahora lo que pienso suele parecerse bastante a lo que hago y claro, la necesidad de escribirlo cesa.

Celebro tu nacimiento. Bien, escapista, bien. Hay que saber escapar, hay que tener coraje para escapar de todo lo que no nos hace bien aunque nos cueste mucho y por el camino perdamos parte de las cosas y las personas que queremos. No se dejan de querer por escapar de ellas pero se aprende a regular su importancia y su efecto.

Cuántos "noes", redios.

Vamos a por los "síes":

SÓLO QUIERO EN MI VIDA: NOBLEZA.DISCRECIÓN.BONDAD.GENEROSIDAD.BELLEZA.INTELIGENCIA...

Y VALENTÍA.

Hoy he ido a un concierto precioso. Y como muchas mañanas de carrera escuchando a Delafé y las flores azules me he emocionado así, al montrullón, viendo músicos entregados a las canciones y al baile.

"La Juani" ha sido apoteósica. La sonrisa de Elena puede hacer que te plantees cambiar de orientación sexual sin problemas. Lo que pasa es que luego ves a Óscar moverse y claramente sabes que eres una tía y hetero, gensanta.

Hazlo niña guapa. Hazlo niña buena. Hazlo siempre.

viernes, 11 de febrero de 2011

Mi abuela

Tiene que ser una suerte llegar a adulto teniendo abuela.

La mía se fue hace una década. Un febrero. Y durante unos meses pensé que no iba a poder volver a ser feliz.

Me di cuenta de que tenía madre al poco tiempo. Porque "abuelita" era la referencia femenina familiar hasta para su yerno que la adoró durante treinta años.

Mi abuela era cojonuda. Y decía cosas muy raras y palabras preciosas. Era, además, un prodigio del exabrupto:

Picalcardo: Pequeño y revoltoso.
Fandanga: Un poco puta.
Cara de renoveiro: Persona permanentemente enfadada
Espantullo (del demonio): Feo y, además, mala persona (que espantas incluso a los tuyos, vamos).
Piquelo: Fisgón y cotilla a la vez.
Cara de crica: Cobardica.
Zampatalegas: Apelativo cariñoso...
Giselo: Zalamero.
Pesquisa: Pubis femenino.
Pesquiseiro: de pesquisa, se entiende...
Tarangallo: Alguien muy alto.
Xibrelo: Persona menuda, que no abulta, pequeño.
Tolo: Tonto
Cara de antroido: Pues eso, poco agraciado.
Estornín: Supongo que viene de estornino así que podría traducirse como ¿pequeño, revoltoso y molesto?
Xostra: Creo que en gallego es vara, y ella lo utilizaba para decir torta, bofetada, golpe.
Cocho: guarro, cerdo.
Prisca: Chivata, metomentodo.
Zalamandrera:por zalamera.
Moucho: que metes miedo, feo como un trasgo...
Tardo: Supongo que sería su forma de decir tordo, o sea, torpón y grandón.
Xiguelo: Persona tiritante, encogida.
Zarabanda: La que quiere dominar la casa de los demás.
Patas de fuso: Si tienes patas de fuso... no puedes ser futbolista porque tienes las piernas muy delgadas.
Zascandil: Ya sé que es muy típica, pero me encantaba que me lo llamase.
Fartesa: Mal rollo. Persona fartesa, persona que sobra.
Condenao: O "condenao del demonio"...
Jilgueiro: un buen pájaro en sentido metafórico.
Trapalleira: de trapallada, persona poco curiosa, poco ordenada, poco perfeccionista: el desastre de toda la vida.

Hoy recordando estas palabras mis padres, mi hermano y yo hemos reído mucho durante la comida. Porque uno de los éxitos de la vida es ser capaz de generar alegría recordando a los que se han muerto. Porque la muerte es lo que nos angustia en realidad y está en cada miedo pequeño que vivimos.

lunes, 17 de enero de 2011

FELIZ CUMPLEAÑOS, ATASCO

La ENORME canción de Astrud, Tres años harto, dice así:

Hace tres años todo parecía perfecto, y no quiero ocultar
que siempre hubo un matiz o la sombra de una duda.
Y aunque eso nunca me detuvo, sí que tuve ocasión
de no poder evitar el sentirme algo peor
y el pensar que algo iba mal al ver que nada parecía ir mejor.

Hace dos años todo parecía un desastre, pero yo seguía allí,
inventando excusas y, y creyéndomelas luego y convenciendo a mis amigos,
o eso creía yo, mis amigos preferían ponerse en lo peor.
Y lo peor se parecía mucho a verme afrontar la situación
de cómo confesar que llevo dos años harto, y éste es el tercero,
y no está bien, y está bien.

Pronto hará un año que me puse un año de plazo para trazar un plan
sobre cómo iba a cambiar la manera en que funcionan mis cosas,
y el año acaba ahora y todavía no estoy listo
para tomar decisiones importantes por mí mismo.
Y casi que voy a esperar un año a ver si todo empieza a mejorar.

Y como confesar que llevo dos años harto, y éste es el tercero,
y no está bien, y está bien, y no está bien, y no sé si está bien.

Y como confesar que llevo dos años harto, y éste es el tercero,
y no está bien, y está bien, y no está bien, y no sé si está bien.

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Pronto hará un año que todo pareció cambiar de repente. Encajaba y prometía. Era oportuno y natural. Como un guión malo ergo feliz.
Y no ha sido así. Y algún día tendrá que terminar, digo yo. Aunque lo cierto es que cada vez se hace más grande y más confuso.

En algunos astascos decidimos quedarnos básicamente por no tener otro sitio al que ir.

sábado, 15 de enero de 2011

CAOS & QUINQUIS

Dice mi amiga D. que los que somos ordenados por dentro necesitamos la indisciplina y el caos externo que D. y yo compartimos con gran alegría y enorme distancia espacio/temporal. Es su manera de defender que los que tenemos las estructruas morales y éticas muy claras -y no necesariamente afines a las oficiales- reivindicamos la anarquía y el desorden como fórmula para disfrutar del tiempo.
Estoy de acuerdo. Y al profundizar en esta idea lamento pensar al instante en el barullo interior que han de padecer según esta lógica los neuróticos del orden, los horarios y las costumbres.
A mí esas manías no me afectan. Mi lío vital es en sí mismo indisciplinado y puede darme por declarar cruzadas a las pelusas twice a day que por pasar una semana sin agarrar la escoba. Pienso que me gusta la organización doméstica hasta que me acuerdo de que llevo meses sin ventilar los armarios. Mantengo una estricta dieta libre de carbohidratos hasta ayer y puede que hoy microondée unas palomitas de mantequilla sólo por el placer de zampármelas con ansia y decirle al régimen "túnomemandas".
El problema del desgobierno es ejercerlo en soledad. Sin testigos ni cómplices el girigay muta en defecto solipsista y el redil va y resulta que habla. Y te dice que vuelvas, claro.
Aún así me declaro militante de la alteración de las normas ligeras. Ser díscola debería estar bien visto, una prueba más de tu severa integridad, de tu recto proceder con lo importante en virtud de la lógica de mi amiga D. y servidora: si no necesitas el caos por fuera de vez en cuando... es que lo tienes en el corazón.

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jueves, 13 de enero de 2011

Sinónimos

Tuve un profesor de esos inolvidables. No por amable o comprensivo, más bien por su mala baba perenne y su forma de cuestionar cada milímetro de cualquier discurso. Fue un periodista brillante, valiente, decidido, honesto y empeñado en su oficio. Sus treinta últimos años de carrera los pasó como director en un periódico que él convirtió en líder sin generar más enemistades que las de un puñado de mediocres sin espacio en su estrechez para la crítica saludable. Y tuvo un presidente con esa misma naturaleza mezquina, inferior, vulgar y oscura que contribuyó a doblegarlo. Y cayó. Perdió. No resisitió. Alguna vez tomo un café con él. Pocas, porque me apena verlo derrotado y gris. Aunque esos cafés cortos me recuerdan a menudo que pasé años admirando el almacén de sinónimos que guarda en su cabeza.

No sé por qué me ha acordado de él cuando hoy pensaba sinónimos de la palabra serendipia. Hay que ver qué palabra tan rebuscada para referirse a la casualidad, al azar o la castellana chiripa, que viene a ser lo mismo.

Hace meses que no me ocupo de las palabras. Con lo que me gustaban. Volverán.

miércoles, 12 de enero de 2011

Preguntas sin respuesta

A veces cuando salgo a correr tengo la impresión de que las que corren son mis neuronas. Dicen que algunos se evaden de tal manera que no piensan en nada. A mí eso no me pasa. La cabeza acelera al ritmo de las pisadas y aunque no siempre es agradable a menudo genera la llamada información inútil. Sí, justo esa que tanto me gusta.
Hoy, por ejemplo me he cruzado con una señora en los primeros cincuenta metros y ahí han empezado mis preguntas.
¿Por qué algunas señoras dejan que las peluqueras les tiñan mechones de morado?
¿Cuándo seremos inmortales según Punset?
¿Cada cuántos días hay que cambiar las sábanas?
¿Por qué existen Pitingo y Melendi? ¿Tiene algo que ver mi aversión a estos dos con esa "n" de nadie en sus ridículos nombres?
¿Cuándo dejas de esperar que algo que no ocurre ocurra?
¿El agua del mar mancha?
¿Quién inventó los cubiertos de pescado? ¿Para quién lo hizo?
¿Por qué las cafeteras tienen nacionalidad?
Si los residuos naturales son nutrientes ¿por qué en mi jardín parecen simplemente mierda?
¿Puedo hacer algo más para que me llegue el sueldo?
¿Quién decidirá por fin denunciar a Intereconomía por convertir la vejez de nuestros viejos en un infierno de miedo y mentiras?
¿Cuándo dejé de morderme las uñas de forma permanente para hacerlo sólo de forma esporádica? ¿Por qué no me acuerdo? ¿No fue, acaso, un gesto solemne?
¿Seré capaz de plantearme dejar de fumar en serio?
¿Va a ser siempre así?

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martes, 11 de enero de 2011

La pularda se aburre

Hoy no pega hacer propósitos de año nuevo, que es un día once cualquiera, así que allá va el mío: este blog es un coñazo. Escribir lo que te brota está bien y tal, pero si lo que brota es demasiado realista sólo consigues prolongar el bajonismo. Paso.
A ver si la pularda este año frecuenta esta url y la domestica con un poco de buena baba. No es que la tenga, qué va. Es que por lo visto hay que producirla. Enga. Intentémoslo.

No harán falta chistes, sólo un poco de voluntad. Un poco más de voluntad y algo de tiempo. Ahora no lo tengo. Así que mejor le cedo la inauguración a otros...

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miércoles, 27 de octubre de 2010

ESTÁ TODO DICHO

Está todo dicho en las canciones. Algunos lo dicen rebonito.

viernes, 8 de octubre de 2010

NO ME GUSTA

Hoy he visto varias cosas que han hecho que acabe berrando como una condenada. De camino a casa, en el coche se ha cruzado con la lentitud de un moribundo una galga famélica y fea. Iba triste, cabizbaja, remolona, sin la alerta propia del pobre que siempre lleva los ojos bien abiertos, vencida. Habitaba la parte trasera del bonito Volvo familiar color verde-cazador que iba delante un lucido Beagle que, para cuando he reparado en él, ladraba y arañaba los cristales en la dirección hacia la que caminaba la galga. Me he sentido igual que ella. Y por más que miro no veo ese coche familiar lleno de salvación y ladridos.
No es muy dramático, lo sé. Lo que ocurre es que unos minutos antes había presenciado cómo una hija, quizá una nieta, ayudaba a cruzar la calle a una de esas viejas, muy viejas. Era exacatamente igual que la galga: menguada, asustada, calvita, doblada y triste.
La vida no debería ser así. No me gusta. Me duele.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

¿DÓNDE ESTÁ LA SEGURIDAD?




Las mentes dispersas diseminamos cualquier decisión. Con las lecturas nos pasa un poco lo mismo. No te da una temporada por la cosa esa del realismo mágico y otra por el ensayo, sino que te aventuras a unas páginas por motivos diversos y dispersos. La última elección fue por el título. Bueno, ayudó también confiar en las magníficas elecciones de lo que editan Los Libros del Asteroide, pero básicamente me lancé a por un sugerente "En lugar seguro".
Pero claro, una cosa es la acción de consumo y otra la inmersión en las historias. Supongo que esperaba claves sobre dónde está ese lugar (que a la fuerza ha de ser común) o cómo reconocerlo entre tantos otros. Y no volví a pensar en ello hasta que la historia acabó con un "¿Sí?".
Esas dos letras dicen más muchos finales pomposos. Anoche pensé en mi lugar seguro. Lo tengo, lo disfruto y lo aprecio. Y es sorprendentemente parecido al de Sally y Larry y al de Charity y Sid.

Sobre la Amicitia hay aforismos, novelas, canciones, greguerías y tratados filosóficos. Pero la comprensión de ninguna de esas construcciones, ni el delicioso diálogo de Cicerón del que sólo he probado fragmentos, es comparable a la seguridad, la calma y la dicha que proporciona saber qué cimenta tus relaciones más preciadas.

En lugar seguro estás cuando estás con quien no te traicionará. Pase lo que pase.

lunes, 13 de septiembre de 2010

DÍAS Y NUEVES

Hay días en los que lo único que puedes hacer es rendirte, saber que duran lo mismo que el resto y confiar en que lleguen esas otras jornadas, las que borran, nivelan y espantan horas inútiles.
A esos días ya sé ponerles remedio. Aunque, cada vez que llega uno tenga tentaciones de afrontarlo como si no hubiese mañana. Sí lo hay. Lo hay siempre salvo el día en que palmas. Y ese día - vale, ya sé que depende del caso- tampoco lo sabes de antemano, así que si no hay mañana tú estás ignorante viviendo la clase de día que te toque.
Hoy sólo tengo un paseo largo, unas palabras bonitas y una certeza de esas muy cortas. Se dilata mi triada melancólica y lo poco que puedo hacer es dejar que lleguen las 9. Ese gran número me sacará hoy a unos gin tonics y puede que a un par de buenas carcajadas.
Ese número iba a ser mi año y mi seguro. Iba a ser un mes, una celebración. Una semana pensé, quizá una pequeña fiesta. Intenté que fuera al menos un día… pero aquel 9 tocó uno de esos días en los que lo único que puedes hacer es rendirte.

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viernes, 16 de julio de 2010

De que hablo cuando hablo de correr

Yo no sé de qué habla Murakami cuando habla de correr pero cada vez que corro hablo conmigo de un montón de cosas importantes y alguna sandez. Hablo, por ejemplo, de esos primeros doscientos metros en los que sólo quiero darme la vuelta y tumbarme en el sofá. Pero sigo, sé al rodear ese jardín con columpios ya puedo ver el arbol centenario que ningún PGOU ha podido cargarse todavía y lo toco con la consciencia de la palma de la mano. Celebro con él que vencí la pereza y sigue la fiesta en el Ipod. No sé por qué pero casi siempre corro con Sidonie y Lori Meyers... sus bajos me dan el ritmo del paso y como el aleatorio de la reproducción es mi mejor amigo suele acertar en la marcha pertinente. Es curioso, atinaa incluso en las cuestas.
Por las mañanas el recorrido acaba antes de los treinta minutos obligatorios. Creo que es porque hay menos gente y sus ojos no me apremian, sólo las canciones. Pero en verano no me apetece madrugar así que corro cuando anochece y entonces un montón de viejos y madres -los niños pasan de mí- me aúpan contra la desaceleración y la vergüenza. De los viejos percibo admiración y recuerdos. Suelen estar sentados o caminando apoyándose en la cacha y, a veces, tengo ganas de parar y darles un abrazo para que no se pongan tristes pensando que han perdido velocidad. No lo hago, claro, sonrío y pongo cara de sufrimiento, no es difícil, un poco de teatro para la solidaridad: también seré vieja, no podré correr y recordaré cómo lo hacía.
Las madres me dan un poco igual así que solo me pongo derecha a su paso por aquello de presumir de forma, aunque, no da más... hay madres verdaderamente inverosímiles. Y sorteo niños y perros con la misma audacia con la que llego a tiempo para que me salpiquen los riegos automáticos. Esos cabrones lo refrescan todo, te empapan y parece que has sudado mucho aunque sólo sea agua. Te empapan y te alegras porque pocas situaciones hay tan próximas a la libertad como la de ir con los pies pingando por cualquier camino.
Correr es la mejor decisión de estos meses. Cuando empiece a bajar la cuesta espero recordar este año sólo como el que decidí que sufriría media hora diaria a la espera de una sorpresa. Porque siempre, siempre, siempre pienso que me espera una gigante al llegar a casa, tras hacer los estiramientos en el jardín. Prolongo la expectativa diaria todo lo que puedo. Es mi gran momento. Antes, los mails, los sms, mms y las llamadas son un elemento más de lo cotidiano. Pero después de correr me concentro en el relevante acontecimiento que me espera: ¡es un premio! ¡debería ser un premio!¡MEREZCO UN PREMIO!,¡SOY UNA CAMPEONA! y sé que el premio ya lo he disfrutado pero no me resisto a concentrarme y a desear uno más. Uno concreto y con silueta propia. Con ruido propio y nombre ídem, con sentido, con magia, con futuro. Aunque correr, no sé si lo dice Murakami, es aprender que ese axioma que repetimos autómatamente es verdadero y bello: del sufrimiento sí se aprende. Se aprende si te esfuerzas por cambiar lo que está estropeado o nunca funcionó. Se aprende, sobre todo, si dejas de tratar de entender y te expones a sentir.

Metáfora visual de la semana como gesto iconoclasta dedicado a... coño, a mí!!!


QUÍTESE "DIBUJADO" Y PÓNGASE "CORRIDO".

sábado, 10 de julio de 2010

CONSCIENCIAS REPLICANTES

Ayer T. dijo "si alguien ve las cuestas demasiado empinadas... que no tenga hijos", y me asusté.

Aquí un cuento bonito y musical, a ver si se me pasa.

miércoles, 7 de julio de 2010

Vete hasta la luz, vete hasta la luz

Mientras espero a que lleguen escucho un insecto achicharrándose en mi lámpara Fado. Ahí dentro se está produciendo ahora mismo una metáfora siniestra. Pobre bicho, fue ir hasta la luz y joderla. Fiáte tú de las señales luminosas. Fiáte y no corras que diría mi madre.
Ay.

Pollismos

Tengo un amigo nuevo. Se llama J.H.C. y tiene 84 años. Es de esperar que me dure poco y eso me apena porque en cuatro días de intensa convivencia me ha dado tantas lecciones de vida que he gastado la Moleskine.
Mi amigo J. es muy marica. Mogollón. Y su punto de vista para ver cualquier cosa son las pollas. Su pollismo -supongo que puede llamarse así- es un enfoque peculiar: consiste en buscar la arista más sexual de cualquier experiencia. La más sensorial también, creo. J. es un artista reconocido, internacionalmente reconocido si es que se puede decir semejante pedantería, y habla de otros arstistas igual de (re)conocidos con mucha gracia y mucho pollismo. Y sabe todos los secretos de la familia que me ha tocado. Son muchos, algunos sexuales, cómo no, los más de traiciones, influencias y vestidos Delfos. Si un gramo de lo que me cuenta es cierto tendría un guión épico en la libreta negra. Si todo lo es ha llegado el momento de reconocer que lo nuestro no es una familia... es un holograma.
Algunas vidas tienen que contarse.

viernes, 18 de junio de 2010

HIPOTÁLAMO AVIAR

Esta cuesta es más empinada de lo que parecía, qué chunga. Parecía un rato o un inconveniente. Y ha resultado ser un gran problema estructural. ¿He dicho estructural? bah, reconozcámoslo, es un puto problema hormonal. La vida es un puto problema hormonal. La vida de algunas mujeres es un puto problema hormonal. Up & Down ¿Cómo no existe un dúo de pop con este nombre? ¿Existirá? Probablemente. Ya lo dijo Nick con buen criterio, "cuántos problemas nos ha generado el pop" ergo alguien habrá tomado buena nota.
El caso es que me siguen haciendo gracia los chistes sobre alteraciones glandulares. Tienen ese punto de veracidad que universaliza el mensaje. Reconocerse es una buena ducha aunque contenga la mala baba que los autores de chistes necesitan.

¿Por qué tienen la regla las mujeres?
Porque por algún sitio tenían que explotar las muy chifladas.

Son díscolas las hormonas. Imprevisibles, silenciosas, tercas. Pueden conseguir que saltes de alegría por trincar lo que a ti te parece una ganga, claro, pero básicamente reparas en ellas cuando te ahogas de llanto porque no recuerdas, qué se yo, dónde aparcaste el coche.
Repaso el motivo de llantos idiotas, literales, metafóricos o aplazados y reconozco que me siento como una hormona viviente, qué cruz, gensanta. Dice mi amiga A. que consulte un médico nutricionista que, a ser posible, diagnostique a través del iris, por lo visto son muy buenos detectando feromonas díscolas. Hay que ver qué cosas tan raras hace la gente.
No hay que consultar mucho. Hay que aceptarlo y se acabó. Celebro, al menos, que pocas veces doy por saco con mis hormonas al de enfrente. Quizá por eso se multiplican estos accesos de pena… quizá debería empezar a salpicar, dicen que libera.

lunes, 14 de junio de 2010

SINSENTIDOS

A ver que yo me entere...
Si oigo mal por la sordera súbita, si en la última guerra las bacterias han conquistado mi gusto y mi olfato y la conjuntivitis ya no escuece pero no veo tres en un burro ¿soy un ser sin sentidos?
Me queda el tacto, intacto.
Me da la risa.
¿Quién le ha quitado el puesto al sentido del humor? ¿Por qué no es un sentido el único de aquéllos que ayuda a relativizarlos todos? ¡Qué mal recuento de la estructura corporal hicieron los clásicos! ¡Qué olvido más tonto!
Reclamo su espacio para el sentido del humor. Tan necesario como escaso si lo buscas verdadero.
Para distinguirlo del chiste o la ocurrencia están las desgracias. Si consigues esquivarlas a mandíbula batiente es que es. No lo es si la mandíbula bate o abate al contrario, no es aunque lo parezca.
Tengo dos sentidos y siento que son de los mejores. Toco. Río. Soy.