Hay días en los que lo único que puedes hacer es rendirte, saber que duran lo mismo que el resto y confiar en que lleguen esas otras jornadas, las que borran, nivelan y espantan horas inútiles.
A esos días ya sé ponerles remedio. Aunque, cada vez que llega uno tenga tentaciones de afrontarlo como si no hubiese mañana. Sí lo hay. Lo hay siempre salvo el día en que palmas. Y ese día - vale, ya sé que depende del caso- tampoco lo sabes de antemano, así que si no hay mañana tú estás ignorante viviendo la clase de día que te toque.
Hoy sólo tengo un paseo largo, unas palabras bonitas y una certeza de esas muy cortas. Se dilata mi triada melancólica y lo poco que puedo hacer es dejar que lleguen las 9. Ese gran número me sacará hoy a unos gin tonics y puede que a un par de buenas carcajadas.
Ese número iba a ser mi año y mi seguro. Iba a ser un mes, una celebración. Una semana pensé, quizá una pequeña fiesta. Intenté que fuera al menos un día… pero aquel 9 tocó uno de esos días en los que lo único que puedes hacer es rendirte.
">
Los niños madrileños empiezan a esconder banderas palestinas en los
crucifijos
-
Necesitamos tu ayuda para poder seguir publicando este y otros contenidos
en abierto. Si eres oyente de «La semana en El Mundo Today» puedes
suscribirte y ...
Hace 18 horas
No hay comentarios:
Publicar un comentario