Buscar este blog

lunes, 22 de febrero de 2010

Mi cabeza baila



Me voy a imponer esta canción como obligación diaria. Hasta cogerle manía. De momento no puedo bailarla como merece a menos que me arriesgue a darme un buen castañazo. Pero moveré los pies que están en el sofá y me visualizaré saltando debajo de una bola de discoteca, bien grande y bien hortera.

Me alegra tener ganas de bailar. Es la segunda mejor noticia de la semana. Especialmente buena porque acabo de tener eso que todo el mundo llama DAPIRTO (Desengaño A Propósito de Ilusiones Ridículas, Tontas y Oscuras) alucinante. Uno de esos dapirtos que hacen que no piense en que tengo una enfermedad mental sino una deficiencia ídem. Porque estoy tonta, tonta, tonta de remate. Porque no aprendo, porque tengo tanta necesidad de que ocurran cosas buenas que las invento en mi cabeza de chorlito y esas invenciones acaban haciéndose grandes, del tamaño de las obsesiones y siempre sabes cómo va a acabar.

Así que celebro estas ganas de bailar y prometo que, cuando no las tenga, bailaré igual. Y que pasen cosas bonitas, por favor. Que pasen ya aquí, justo al lado de mi cabeza y no dentro de ella. Por favor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario