A veces me sorprendo dejándome llevar por la ira. Es un golpe súbito. Innecesario casi siempre, servero, vulgar, descontrolado, fulminante y corto, estúpido, evitable, desenfocado. Y siempre, siempre, siempre me arrepiento de esos cinco segundos de confusión en mi cabeza que me arrollan más que al destinatario de mi insolencia.
No entiendo qué resorte salta y hace que pierda el dominio sobre lo que escupo. No lo entiendo pero a partir de hoy voy a dejar de intentar entenderlo y a tratar sólo de evitarlo. Me lo prometo.
Tras años de estancamiento, la justicia española se moderniza al fin y
permitirá condenar sin pruebas, agilizando los procesos
-
La justicia española tiene fama de lenta y anquilosada, pero hoy mismo,
tras meses de negociaciones discretas, se ha estrenado un nuevo marco
procedimental...
Hace 8 horas
No hay comentarios:
Publicar un comentario