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lunes, 17 de enero de 2011

FELIZ CUMPLEAÑOS, ATASCO

La ENORME canción de Astrud, Tres años harto, dice así:

Hace tres años todo parecía perfecto, y no quiero ocultar
que siempre hubo un matiz o la sombra de una duda.
Y aunque eso nunca me detuvo, sí que tuve ocasión
de no poder evitar el sentirme algo peor
y el pensar que algo iba mal al ver que nada parecía ir mejor.

Hace dos años todo parecía un desastre, pero yo seguía allí,
inventando excusas y, y creyéndomelas luego y convenciendo a mis amigos,
o eso creía yo, mis amigos preferían ponerse en lo peor.
Y lo peor se parecía mucho a verme afrontar la situación
de cómo confesar que llevo dos años harto, y éste es el tercero,
y no está bien, y está bien.

Pronto hará un año que me puse un año de plazo para trazar un plan
sobre cómo iba a cambiar la manera en que funcionan mis cosas,
y el año acaba ahora y todavía no estoy listo
para tomar decisiones importantes por mí mismo.
Y casi que voy a esperar un año a ver si todo empieza a mejorar.

Y como confesar que llevo dos años harto, y éste es el tercero,
y no está bien, y está bien, y no está bien, y no sé si está bien.

Y como confesar que llevo dos años harto, y éste es el tercero,
y no está bien, y está bien, y no está bien, y no sé si está bien.

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Pronto hará un año que todo pareció cambiar de repente. Encajaba y prometía. Era oportuno y natural. Como un guión malo ergo feliz.
Y no ha sido así. Y algún día tendrá que terminar, digo yo. Aunque lo cierto es que cada vez se hace más grande y más confuso.

En algunos astascos decidimos quedarnos básicamente por no tener otro sitio al que ir.

sábado, 15 de enero de 2011

CAOS & QUINQUIS

Dice mi amiga D. que los que somos ordenados por dentro necesitamos la indisciplina y el caos externo que D. y yo compartimos con gran alegría y enorme distancia espacio/temporal. Es su manera de defender que los que tenemos las estructruas morales y éticas muy claras -y no necesariamente afines a las oficiales- reivindicamos la anarquía y el desorden como fórmula para disfrutar del tiempo.
Estoy de acuerdo. Y al profundizar en esta idea lamento pensar al instante en el barullo interior que han de padecer según esta lógica los neuróticos del orden, los horarios y las costumbres.
A mí esas manías no me afectan. Mi lío vital es en sí mismo indisciplinado y puede darme por declarar cruzadas a las pelusas twice a day que por pasar una semana sin agarrar la escoba. Pienso que me gusta la organización doméstica hasta que me acuerdo de que llevo meses sin ventilar los armarios. Mantengo una estricta dieta libre de carbohidratos hasta ayer y puede que hoy microondée unas palomitas de mantequilla sólo por el placer de zampármelas con ansia y decirle al régimen "túnomemandas".
El problema del desgobierno es ejercerlo en soledad. Sin testigos ni cómplices el girigay muta en defecto solipsista y el redil va y resulta que habla. Y te dice que vuelvas, claro.
Aún así me declaro militante de la alteración de las normas ligeras. Ser díscola debería estar bien visto, una prueba más de tu severa integridad, de tu recto proceder con lo importante en virtud de la lógica de mi amiga D. y servidora: si no necesitas el caos por fuera de vez en cuando... es que lo tienes en el corazón.

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jueves, 13 de enero de 2011

Sinónimos

Tuve un profesor de esos inolvidables. No por amable o comprensivo, más bien por su mala baba perenne y su forma de cuestionar cada milímetro de cualquier discurso. Fue un periodista brillante, valiente, decidido, honesto y empeñado en su oficio. Sus treinta últimos años de carrera los pasó como director en un periódico que él convirtió en líder sin generar más enemistades que las de un puñado de mediocres sin espacio en su estrechez para la crítica saludable. Y tuvo un presidente con esa misma naturaleza mezquina, inferior, vulgar y oscura que contribuyó a doblegarlo. Y cayó. Perdió. No resisitió. Alguna vez tomo un café con él. Pocas, porque me apena verlo derrotado y gris. Aunque esos cafés cortos me recuerdan a menudo que pasé años admirando el almacén de sinónimos que guarda en su cabeza.

No sé por qué me ha acordado de él cuando hoy pensaba sinónimos de la palabra serendipia. Hay que ver qué palabra tan rebuscada para referirse a la casualidad, al azar o la castellana chiripa, que viene a ser lo mismo.

Hace meses que no me ocupo de las palabras. Con lo que me gustaban. Volverán.

miércoles, 12 de enero de 2011

Preguntas sin respuesta

A veces cuando salgo a correr tengo la impresión de que las que corren son mis neuronas. Dicen que algunos se evaden de tal manera que no piensan en nada. A mí eso no me pasa. La cabeza acelera al ritmo de las pisadas y aunque no siempre es agradable a menudo genera la llamada información inútil. Sí, justo esa que tanto me gusta.
Hoy, por ejemplo me he cruzado con una señora en los primeros cincuenta metros y ahí han empezado mis preguntas.
¿Por qué algunas señoras dejan que las peluqueras les tiñan mechones de morado?
¿Cuándo seremos inmortales según Punset?
¿Cada cuántos días hay que cambiar las sábanas?
¿Por qué existen Pitingo y Melendi? ¿Tiene algo que ver mi aversión a estos dos con esa "n" de nadie en sus ridículos nombres?
¿Cuándo dejas de esperar que algo que no ocurre ocurra?
¿El agua del mar mancha?
¿Quién inventó los cubiertos de pescado? ¿Para quién lo hizo?
¿Por qué las cafeteras tienen nacionalidad?
Si los residuos naturales son nutrientes ¿por qué en mi jardín parecen simplemente mierda?
¿Puedo hacer algo más para que me llegue el sueldo?
¿Quién decidirá por fin denunciar a Intereconomía por convertir la vejez de nuestros viejos en un infierno de miedo y mentiras?
¿Cuándo dejé de morderme las uñas de forma permanente para hacerlo sólo de forma esporádica? ¿Por qué no me acuerdo? ¿No fue, acaso, un gesto solemne?
¿Seré capaz de plantearme dejar de fumar en serio?
¿Va a ser siempre así?

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martes, 11 de enero de 2011

La pularda se aburre

Hoy no pega hacer propósitos de año nuevo, que es un día once cualquiera, así que allá va el mío: este blog es un coñazo. Escribir lo que te brota está bien y tal, pero si lo que brota es demasiado realista sólo consigues prolongar el bajonismo. Paso.
A ver si la pularda este año frecuenta esta url y la domestica con un poco de buena baba. No es que la tenga, qué va. Es que por lo visto hay que producirla. Enga. Intentémoslo.

No harán falta chistes, sólo un poco de voluntad. Un poco más de voluntad y algo de tiempo. Ahora no lo tengo. Así que mejor le cedo la inauguración a otros...

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