Buscar este blog

jueves, 15 de abril de 2010

UN TÍTULO NO LO ES TODO. Y TÚ TAMPOCO.




Lo compré con infinito ansión, justo, justito por el título. Me pareció una señal... otra señal, de esas que yo me invento e identifico a la primera ¡a la primera! siempre, siempre. Esas señales me dan la vida. Si supieras que nunca he estado en Londres, a pesar de haber pagado el viaje dos veces, volverías a la tierra o nacerías ya con tus treinta cumplidos, o te manifestarías por lo charro, o algo.
Es por enfocar el título, no va más allá.
Y después de engullirlo sin remedio, como buscando algo que no ha llegado, me quedo desinflada. Atrapa el envoltorio. Eso sí. Seguro. Y hay frases magníficas y contradictorias cada dos párrafos..."la tristeza no es nada barata" es una de mis favoritas. Aunque no tiene mucho mérito, la verdad.
Creo que no me ha gustado mucho porque es como un día rojo gigante. De esos interminables que duran años, con todos su segundos. Y, francamente, si me tienen que hablar de años rojos, de vidas rojas, de cabezas rojas… casi prefiero que lo haga la única a la que se le puede perdonar todo.



Ni en NY ni en Londres ni en Tokio está el antídoto contra días rojos. Ni en los libros que te entienden tampoco. Ni en la tarta de chocolate ni el strawberry cheesecake de Häagen Dazs (aunque aquí hay una vacuna que relaja bastante)...



No. No está. No es. No habita. No. ¿Cómo iba a estar aquí si los días rojos no existen? Si en realidad... todo es sueño menos lo que tengo yo por las noches. Si no se puede echar de menos lo que no se conoce o justo por eso la espera te hace seguir fumando. Si la realidad parece un chiste y los chistes duelen y los meses pasan y los años se quedan y a la angustia ya no la temes porque has vuelto a morderte las uñas.

Tengo que pagar mi tercer viaje a Londres para poder ir. O mejor igual espero y que me inviten. Vuelve. No te conozco pero vuelve.

2 comentarios:

  1. En la crítica a esta novela que a mi personalmente me ha encantado y donde creo haber descubierto algo nuevo, no puedo más que encontrarte a ti, es decir, al examinarla te describes a ti misma...y es que en el pecado llevas tu penitencia... No es una novela de humor, reléela desde otra perspectiva y lo descubrirás...

    ResponderEliminar
  2. Hola José... no he examinado esta novela. No podría. Y no es nuevo, no es nuevo... no para mí. Y, desde luego no esperaba divertirme con ella sino comprender. Y comprendí. Nada más.

    ResponderEliminar